Cacaloxuchitl es el nombre de una comunidad, cerca del municipia de Huaquechula en el estado de Puebla en donde los festejos de día de muertos, se han convertido en una tradición que continúa desde el año 1500.
Cabe señalar que estas ofrendas corresponden al número de fallecimientos que se tuvieron a lo largo del año, si bien la actividad comienza desde el 28 de octubre con el recuerdo de los accidentados, son el 1 y 2 de noviembre cuando se colocan la mayor cantidad de altares y ofrendas. El incremento de la afluencia de visitantes genera que cerca de 70 jóvenes se preparen como guías de turistas, y que sea reforzado el dispositivo de seguridad.
Los costos varían, un altar modesto ya implica un gasto cuando menos de 12 mil pesos, ocho mil exclusivos para la mano de obra y los cuatro mil restantes para los insumos que se requieren, incluyendo telas, comida, frutas además de veladoras, incienso y pan de la temporada al igual que flores de la región.
En la actualidad los altares cuentan con tres niveles, el primero es denominado "El mundo terrenal", y aquí se coloca pan de muerto que representan el cuerpo humano del difunto bañado en su propia sangre, además de pan de agua o blanco que simboliza la pureza del alma. También están las hojaldras, mismas que significan el cráneo y la osamenta del difunto.
En el primer nivel, por lo general también se pone la comida o bebida que vienen a probar los difuntos. Para este caso se seleccionan los platillos o bebidas favoritos del fallecido, entre los que se pueden ver mole, tamales, hojaldras, dulces, frutas, chocolate o atole.Un elemento indispensable es la cera, ya que a decir de los lugareños, sirve para iluminar el camino del difunto en la oscuridad, además del agua bendita que ayudará a mitigar la sed en el camino que recorra; el punto central del primer nivel es la fotografía del muerto, ya que sirve para identificar a quién se dedica la ofrenda, esta imagen es reflejada en un espejo para hacer un llamamiento al alma del difunto del inframundo al mundo de los vivos.
Por su parte, el espejo simboliza la entrada del inframundo a este mundo, mientras que el incienso y copal que acompañan el altar se traducen en las plegarias que se elevan al cielo, así mismo, no puede faltar la flor de temporada. Otros elementos significativos son figuras de llorones, que representan a los dolientes directos, es decir, los familiares, así como los ángeles que implican el acompañamiento a este mundo terrenal.
El segundo nivel representa la unión del cielo y de la tierra, de lo humano y lo divino, aquí suele colocarse la imagen del santo o virgen de la cual era devoto el muerto; para el último nivel se considera la colocación de un niño Dios si fue un menor el acaecido, pero si se trata de un adulto, se culmina con una cruz; de esta forma se representa el cielo o la máxima divinidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario